Cocina vs arte

El cocinero Ferrán Adriá es la “estrella” de la documenta de Kassel de este año. Lo han dicho en el telediario, anunciando también que ya hay polémica sobre si un cocinero tiene cabida en un certamen artístico.

Hace poco tuve una conversación sobre este asunto, a cuenta de un concurso de tapas que últimamente están tan de moda. Aunque me considero pintor, yo defiendo que no es más artística la pintura o la escultura que la cocina, y que tan meritorio es en principio, elaborar una buena receta como pintar un cuadro, escribir un poema, o componer una canción. Y alguna hora he echado en la cocina.

Creo en el título del blog, el arte o las artes, son esencialmente entretenimiento. Una práctica hedonista que se hace fundamentalmente por el placer de hacerla, sea con pinceles o con cucharas. La equiparación que yo veo entre cocina y pintura , escultura, etc es desmitificadora de la práctica artística en si. Las iguala por “lo bajo”.

Creo que no soy el único que lo piensa. Dan Flavin, que aparece en todos los manuales de arte contemporáneo, decía: “ya es hora de que el arte se despoje de su sobrevalorado misterio, y se dirija hacia la excelencia de la realización decorativa”

Filosofía ikea

Según los catálogos de ikea, la estrategia de esta empresa para ofrecer sus productos al mejor precio, es -ademas de darles un diseño atractivo- fabricar grandísimas cantidades de cada cosa, y embalarlos del modo que les permita ahorrar más espacio en sus almacenes.
Me gusta esta filosofía tan simple como eficaz. ¿Podría trasladarse a la pintura? yo lo intento, (con todos los matices que diferencian una cosa de la otra).
Por ejemplo en la obra de la foto, el trabajo de cortar y lijar las piezas, imprimar, pintar y echar los goteos, puede hacerse a varias obras a la vez. El tiempo se aprovecha mejor en muchos aspectos, no hay que preparar los materiales en cada cuadro, mientras se seca una imprimación o un color se va haciendo lo mismo en otro...Creo que Andy Warhol me daría su apoyo. Él ya manifestó su deseo de convertirse en una máquina de hacer cuadros.
Creo que el mejor mérito de este cuadro es su sencillez, y desde el punto de vista "artístico" de suma de influencias reconozco las de las obras abstractas con cartulinas de Matisse y evidentemente, los drippings.

Drippings



Pollock es otro de mis referentes principales como se ve en este cuadro.
Supongo que todos sus "fans" hemos intentado emularlo y más de una vez nos hemos divertido esparramando pintura sobre una superficie.
Para no copiar al cien por cien los "Pollocks", yo trabajaba los fondos previamente con composiciones sencillas de lineas verticales y poco más, (algo en el estilo a Newman), buscando además el contraste entre un color al óleo, y el esmalte plateado o dorado. Algo casi kitch. Sobre estas bases soltaba los drips, procurando no tapar completamente el fondo.
Por muy fácil que parezca con la técnica drip salen, al principio sobretodo, bastantes chapuzas. De mis primeros intentos guardo especialmente este cuadro.
Comparándolo con los del "maestro" tengo la sensación de estar casi parodiándolo, a pesar de mi admiración. Pollock, concebía su obra de un modo dramático, propio de la versión romanticista del arte, tan sublime, de reflejar la personalidad y el mundo interior del artista en su obra. Mis drippings en cambio parecen meros pretextos ornamentales, fríos y distantes. Me parecen "bonitos".

Cambio de opinión



Este es el primer cuadro, del que estuve plenamente satisfecho. Por esta razón le tengo mucho cariño. Lo hicé en mi habitación del piso en el que vívía en Salamanca mientras estudiaba Bellas Artes, en 4º curso.

Para bien o para mal tengo buena memoria, porque recuerdo haber estado en clase algunos días antes viendo unas diapositivas del expresionismo abstracto americano, los Rothko, Newman, Motherwell, etc y los gestualistas como Kline, Guston, De Kooning...
La primera impresión de De Kooning no fue muy positiva. Excavation si me gustó, pero la serie de las Woman y los abstractos como Door to the river no.
Ese fin de semana estando de vinos con amigos, hojeando un periódico, apareció la noticia de que una de las woman había batido el record de precio en una subasta de arte. Un amigo comentó algo sobre el timo del arte moderno, un pensamiento muy parecido al que tuve yo cuando ví en clase las diapositivas. Yo traté de justificarlo con un ataque de corporativismo un poco absurdo. Y ahí quedó la cosa.
Mi opinión sobre Willem De Kooning, sin embargo, cambió radicalmente a raiz de esta intrascendente conversación de bar. Me había puesto de su lado. Trabajando en clase después me dí cuenta de que el estilo que yo estaba balbuceando en mis cuadros, era muy parecido al que había aborrecido en primera impresión, trabajando sin bocetos, improvisando brochazos sobre la marcha, olvidándose de los referentes. Luego me enteré que los teóricos del expresionismo abstracto lo llamaban: automatismo plástico.

Mirando ahora el cuadro creo que tiene mas parecidos con Franz kline que con De Kooning, sin embargo mi primer gran ídolo pictórico ha sido este otro. Recuerdo que tardé unas dos horas en terminarlo. La mayor parte de ellas intentando hacer la pincelada perfecta hasta que me harté, raspé todo con la paleta, di unos cuantos brochazos y eché algunos chorros directamente desde el tubo de óleo. Se produjo eso que dicen los profesores de pintura, que el cuadro en algún momento se vuelve independiente y no te permite tocarle mas.
Bastantes años después superando la manía que le tenia a los marcos, lo llevé a enmarcar. Jamás conseguí otro cuadro en este estilo del que estuviera contento, y probé a hacerlo en grande, en pequeño, en mediano... todos ellos al final los repintaba o los borraba.