trigo, cardos, tierra... pintura



De las exposiciones que yo haya visto, probablemente de la que mejor recuerdo tengo es de una de Anselm Kiefer en la sala del Prado, que está en el parque del Retiro, (¿Palacio de velazquez?)Fue hace bastante, pero desde aquello tengo a Kiefer en mi altar, y a pesar de eso hasta el verano pasado no me decidi a trabajar en esa onda, tan matérica.
El resultado fue unos cuadros en los que con resina pegué tierras, cardos, trigos, y hasta girasoles auténticos. En la foto, he puesto un detalle de un cuadro que titulé, Pintando sobre tierra del pan, un homenaje que quería hacer yo al trigo. Un fruto sin el cual no sé como habrían sobrevivido, nuestras generaciones pasadas en este terruño estéril.
En pequeño está la obra completa, y una de Kiefer al que tuve como principal referencia.

Caronjos

El ensamblaje de piezas diferentes para componer los cuadros, es una de las formas de trabajar que más uso. A veces son únicamente rectángulos de colores, otras con papel, posters... y otras, como el de la imagen, con trozos de maderas viejas, rotas y deterioradas.
Éste en concreto, es uno de los trabajos con los que estoy más satisfecho. Las maderas que usé estaban especialmente pochas, y al lijarlas y encerarlas, ese aspecto decrépito daba un contraste perfecto con el panel pintado al oleo. Además en otros cuadros había ensamblado mas de un panel, con formas irregulares y distintos colores, pero aquí el cuadro unicamente está compuesto por un rectángulo al que añadí algunos drips.

Estos días he andado, buscando maderas estropeadas, para hacer alguno más, porque desde hace más de dos años que no había vuelto a ensamblar ninguna madera vieja.
En parte porque su proceso es más largo que con los otros cuadros. Además de seleccionar la madera, hay que lijarla, echarle el mata-carcoma y encerarla para poder ensamblarla a alguna parte. Si me paro a hacer todo esto, no puedo trabajar en los otros proyectos.

Visitas veraniegas


Al igual que creo que hacemos la mayoría de los pintores, incluí en las vacaciones un cupo cultural. Este año estuve en Mallorca por lo que era visita obligada al retablo de Barceló inaugurado este año. Tenía ganas de ver en vivo algo de este pintor, que sitúo cercano a Kiefer, uno de mis favoritos. La idea del retablo me gusta, sobre todo como ha llevado a su terreno el tema religioso, escogiendo un pasaje que le iba perfecto. Y la cerámica agrietada me encantó. Además permiten hacer fotos con lo que le hice un publirreportaje bien completo con video incluido. La pena es que no te dejan acercarte, por que creo que los panes, peces, sandías, etc, ganan de cerca.
También visité en Madrid el Thyssen, con su exposición de Van Gogh. Sin ser uno de mis pintores preferidos, he de decir que con los cuadros delante se entiende mejor su prestigio, y sus records de precios. Durante la visita se me pasó por la cabeza el hecho de que cómo un tipo que pintaba esos cuadros tan coloridos y con esa sensación de disfrute que se siente, viendo su pintura, llevaba una vida tan amarga como para suicidarse.
Cuando decidí hacer Bellas Artes, el profesor de la academia donde preparaba el examen de ingresó me regalo las "Cartas a Theo" escritas por el propio Vincent y me dijo algo cómo: "Leete esto, y si no te entran ganas de ponerte a pintar, déjalo". no fui capaz de acabarme el libro, aunque tampoco lo dejé. Ahora creo que retomaré aquella lectura.

A la vuelta, he seguido con los collages con posters de cine y de cuadros clasicos que compré en el rastro aprovechando el viaje, tambien compré un marco dorado barroco con el que aún no he decidido nada. Otro día lo contaré con mas detalle.

un toque kitch



Recurro muy a menudo al collage o a ensamblajes, bien sea mezclando con papel de un poster, como en el cuadro, o con objetos varios, como maderos, telas, o marcos que incrusto dentro de las obras.
En este caso he mezclado un poster de un cuadro clásico de angelitos, -que no es de Rafael- sino de Rosso Fiorentino, también del Renacimiento. El papel esta pegado a dos rectangulos pintados al oleo y unos cuantos drips por encima.
El angelito del cuadro es ciertamente cursi, lo que le da a la obra un toque kitch que estoy explorando en los últimos trabajos, (también he hecho la versión con los angelitos característicos de Rafael). Y esta tarde he empezado a trabajar con unos posters de Audrey Hepburn que había comprado hace tiempo.
La pintura figurativa nunca se me dio especialmente bien. Requiere demasiada paciencia, y yo trabajo con muchos proyectos en mente. Así que tengo que recurrir al collage si quiero trabajar con algo figurativo.